¿Cómo impactan las emociones en las finanzas?
Debemos partir de la idea de que la mayoría de las compras que realizamos son derivadas de una emoción. De hecho, estudios indican que solo el 20% de nuestras compras se hacen de forma racional, ante esto podemos concluir que el impacto de las emociones en nuestras finanzas personales es considerable.
Esto no tiene nada de malo, al final, las emociones forman parte de lo que somos, el problema es cuando las compras emocionales se salen de control, por ejemplo:
- Cuando dañan la estabilidad económica
- Cuando causan deudas innecesarias
- Cuando se vuelve un círculo vicioso
En 2022, la Condusef reportó que el 52% de los consumidores que adquieren productos o servicios con tarjetas de crédito no los habían planeado previamente. Este tipo de comportamiento puede derivar en sobreendeudamiento, afectando la situación financiera.
¿De qué manera afectan las emociones en nuestro trabajo?
El trabajo y los negocios son fuentes comunes de emociones intensas: estrés por cumplir metas, presión ante clientes exigentes o incluso euforia al cerrar un contrato importante. Estas emociones pueden influir significativamente en nuestras decisiones financieras.
Por ejemplo, en el caso de los negocios, la frustración por un mal trimestre podría impulsar decisiones riesgosas, como invertir en estrategias poco planificadas con la esperanza de revertir la situación.