Hipoteca
Una hipoteca es un préstamo a largo plazo que se utiliza para comprar una propiedad inmobiliaria. El prestatario (comprador) recibe una suma de dinero del prestamista (generalmente un banco) y se compromete a devolverlo en cuotas periódicas durante un período de tiempo acordado, junto con los intereses correspondientes.
¿Cómo funciona una hipoteca?
Imagina que quieres comprar una casa, pero no tienes todo el dinero que necesitas. Una hipoteca es como un acuerdo con el banco que te permite pedir prestado el dinero que falta. Tienes que devolverlo poco a poco, generalmente durante muchos años, junto con una pequeña cantidad extra llamada interés.
Las hipotecas pueden tener tasas de interés fijas o variables. Las tasas fijas permanecen iguales durante todo el préstamo, lo que brinda estabilidad en los pagos mensuales. Las tasas variables pueden cambiar, lo que significa que los pagos mensuales pueden aumentar o disminuir en función de las fluctuaciones del mercado.
Por ejemplo, si tomas una hipoteca de $200,000 a una tasa de interés del 4% a 30 años, pagarías alrededor de $955 cada mes. A lo largo del tiempo, pagarías más en intereses que en el precio original de la casa debido a la duración del préstamo y a los intereses acumulados.
¿Qué es una hipoteca desde el punto de vista bancario?
Para un banco, otorgar hipotecas es una parte fundamental de su negocio. Evalúan cuidadosamente la capacidad de pago del solicitante, su historial crediticio y la tasación de la propiedad. A través de las hipotecas, los bancos generan ingresos constantes a través de los pagos mensuales de los clientes, además de los intereses que se suman al capital prestado. Ofrecen diversas opciones para adaptarse a las necesidades de los clientes, lo que incluye plazos de pago flexibles y tasas de interés competitivas para atraer a los prestatarios.