¿Qué es una boda petite?
Las bodas petite son bodas pequeñas e íntimas, generalmente de entre 60 y 100 invitados que, a diferencia de las bodas tradicionales con más de 100 de asistentes, se enfocan en compartir con las personas más cercanas a los novios. Son perfectas para quienes desean involucrar a cada uno de sus invitados en la celebración, haciéndolos partícipes de cada momento.
Con este tipo de bodas no se trata de renunciar a la elegancia, sino de priorizar lo que realmente quieres. Para el lugar donde se llevará a cabo puedes elegir desde la terraza de una casa, un jardín al aire libre, hasta un restaurante que tenga una decoración que empatiza con tus gustos. El espacio será más pequeño, pero no menos impresionante.
Una boda petite no necesariamente es barata, pero te brinda un mayor control de tu presupuesto. Dependiendo de la cantidad de invitados, la locación, el lugar (si es en la CDMX o en otra ciudad) y con un diseño elaborado en la decoración, puede tener un costo entre los $140,000 y $180,000 MXN. La planeación es un factor importante para que puedas ajustarte a tu presupuesto, lo ideal es que comiences al menos con un año de anticipación. Toma en cuenta que en este tipo de eventos los proveedores agendan compromisos con meses de anticipación.
Ventajas de una boda petite
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- Presupuesto accesible. Menos invitados es igual a menos costo, lo que te permite invertir en otros detalles, como un menú más elaborado, una locación con una decoración personalizada o en ese vestido de novia que siempre soñaste sin sentir que el gasto se te va de las manos.
- Ambiente íntimo y cercano. Te será accesible convivir con cada persona y hacerla sentir parte del festejo. Es una oportunidad para crear recuerdos inolvidables con quienes realmente te importan.
- Más control en los detalles. Prestarás atención a los detalles que generalmente pasan desapercibidos en una boda más grande, como la elección de la música o el diseño floral de cada mesa, todo estará bajo tu control reflejando tu personalidad y la de tu pareja.
- Menos estrés. Al ser un evento más pequeño, la organización es más manejable. No tendrás que preocuparte por coordinar a cientos de personas, ni estresarte con enormes listas de proveedores.