¿Qué tipos de créditos existen?
Hipotecas
Las hipotecas son un préstamo utilizado para comprar una propiedad. Por ello, el inmueble actúa como garantía, lo que significa que, si no se pagan las cuotas la entidad que realizó el préstamo puede tomar posesión de la propiedad.
En Scotiabank contamos con una amplia variedad de créditos hipotecarios para comprar, renovar o construir tu casa. Son aliado financiero para comprar la casa que quieres con tasas competitivas para obtener un bien inmueble.
Tarjetas de crédito
Probablemente el crédito más común y utilizado: las tarjetas de crédito te permiten realizar compras en línea, centros comerciales, supermercados y más, utilizando un límite de crédito establecido por el banco que emite la tarjeta. Su funcionamiento se basa en dos fechas mensuales clave: la fecha de corte y la fecha de pago. Todas las compras que realices hasta la fecha de corte deberás pagarlas en la fecha límite de pago.
Préstamos personales
Este tipo de crédito implica recibir una cantidad de dinero que puede ser utilizado para diferentes fines, como pagar deudas, realizar mejoras en el hogar o financiar un viaje.
Créditos automotrices
Estos préstamos son utilizados para comprar vehículos. La garantía suele ser el propio vehículo, y los plazos y tasas de interés pueden variar según la entidad prestamista. Puede ser solicitado por una persona o una empresa para adquirir una flotilla para realizar sus operaciones. En Scotiabank también contamos con diversas ofertas de créditos automotrices que te ayudarán a comprar desde un auto nuevo hasta uno seminuevo.
Conocer sobre los créditos te ayudará a tomar una decisión acertada al contratarlo. De esta forma estarás consciente de lo que implica un crédito y evitarás sorpresas por desconocimiento.
Términos que debes de saber sobre los créditos
Sabemos que algunos términos pueden ser nuevos o incluso confusos. Toma en cuenta este diccionario crediticio:
Tasa de interés: es el costo del crédito expresado como un porcentaje. Puede ser fija o variable. La tasa fija permanece constante durante toda la vida del crédito, mientras que la tasa variable puede cambiar según las condiciones del mercado.
Plazo: es el período de tiempo durante el cual se debe devolver el crédito. Puede variar desde meses hasta décadas, dependiendo del tipo de crédito y la cantidad prestada.
Garantía: es un activo que se utiliza como respaldo para el préstamo. Si el prestatario no cumple con los pagos, el prestamista puede tomar posesión de la garantía para recuperar parte o la totalidad del préstamo.
Pago mínimo: en el caso de las tarjetas de crédito, es la cantidad mínima que el titular debe pagar cada mes para mantener la cuenta al día. Sin embargo, pagar solo el mínimo puede resultar en un mayor costo total debido a los intereses por lo que tu deuda incrementará.