Uno de los principales desafíos para las mujeres en la gestión de pequeñas y medianas empresas en México es la brecha de género en el acceso al financiamiento.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las empresas dirigidas por mujeres en México reciben solo el 7% del total de los préstamos a empresas. Esto se debe en parte a que las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de poseer bienes que puedan ser utilizados como garantía para préstamos.
Otro desafío para las mujeres en la gestión de PyMEs es la falta de acceso a redes y recursos empresariales por los estereotipos de género que limitan su participación en este tipo de círculos sociales. Las redes empresariales son fundamentales para el éxito de un negocio, ya que permiten a los empresarios compartir conocimientos, recursos y oportunidades dentro del mercado.
La discriminación de género también es un desafío para las mujeres. Aunque es ilegal, persisten actitudes y prácticas discriminatorias que limitan su acceso a oportunidades de empleo y liderazgo.
Oportunidades para las mujeres en la gestión de PyMEs en México
A pesar de los desafíos, hay muchas oportunidades para que prosperen en la gestión de pequeñas y medianas empresas. Una de ellas es la creciente conciencia sobre la importancia de la diversidad de género en el liderazgo empresarial. Cada vez más empresas en todo el mundo reconocen que la diversidad de género en la alta dirección puede mejorar la rentabilidad y los procesos de toma de decisiones.
De acuerdo a un estudio realizado por McKinsey & Company (2019), las empresas con diversidad de género en la alta dirección tienen un 25% de mayor probabilidad de tener un desempeño financiero superior dentro de su industria. Otro estudio de Peterson Institute for International Economics encontró que las empresas con al menos un tercio de mujeres en la alta dirección tenían un 15% más de probabilidades de tener una rentabilidad financiera superior a la media de su sector.
Los datos sugieren que las empresas con liderazgo femenino pueden tener una ventaja competitiva en términos de rentabilidad financiera. Los beneficios de la diversidad de género en la alta dirección no se limitan solo a la rentabilidad financiera, también pueden incluir una mayor innovación, capacidad, mejores decisiones para atraer y retener talentos diversos.
Otra oportunidad para las mexicanas es la creciente demanda de productos y servicios de empresas socialmente responsables. Según un informe de Nielsen, el 66% de los consumidores mexicanos están dispuestos a pagar más por productos y servicios de empresas que tienen un impacto social y ambiental positivo. Esto significa que las empresas o compañías que se centran en la responsabilidad social y ambiental tienen una ventaja competitiva en el mercado mexicano.