Para muchos, la llegada de la época navideña es sinónimo de felicidad y gozo total, pero lamentablemente se ha descubierto que no para todos, ya que hay quienes sufren depresión blanca. Se puede presentar de la adolescencia en adelante y sus principales síntomas son tristeza, ansiedad, insomnio, mal humor, falta de apetito, aislamiento social y pérdida de interés en las actividades cotidianas, entre otras.
A pesar de que en la temporada de invierno es cuando más se agrava este padecimiento, los expertos señalan que también se pueden presentar lapsos de crisis en otras épocas del año, pero con menor intensidad. Lo que sucede en países con climas muy extremos es que, con la llegada del invierno, hay menos luz y eso provoca que se disminuya el nivel de serotonina en el cerebro, el cual es el encargado de influir en los estados de ánimo y, en consecuencia, las personas se sienten tristes.